lunes, octubre 7, 2024

EL CABILDO HA ATENDIDO A 41 PERSONAS ENFERMAS Y SIN HOGAR EN UN CENTRO ESPECIALIZADO DE LA CAPITAL

Se trata del único recurso de estas características existente en Canarias que gestiona el Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) y atiende Cruz Roja Española desde hace tres años con el objetivo de acompañar y cuidar a personas convalecientes y en exclusión social hasta favorecer su reinserción en la sociedad


La consejera insular de Acción Social y presidenta del IASS, Marián Franquet, ha destacado que el 78% de las personas atendidas procede de la zona metropolitana y que, además de darles apoyo sanitario y alojamiento temporal, se les ayuda en la búsqueda de una vivienda definitiva y se intenta recuperar los lazos con la familia y el entorno más cercano

Un total de 41 personas sin hogar que no podían hacer frente al periodo de convalecencia recomendado tras recibir el alta hospitalaria han sido atendidas desde 2017 en el piso que el Cabildo de Tenerife gestiona a través del Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria (IASS). Este recurso, situado en la capital tinerfeña, ofrece asistencia especializada, ayuda en las actividades básicas de la vida diaria y apoyo para continuar el tratamiento médico durante el periodo de convalecencia.

El centro, integrado en la red de recursos y servicios sociosanitarios de la Unidad Orgánica de Atención a la Dependencia del IASS, que atiende la ONG Cruz Roja Española desde sus inicios, comenzó como un servicio experimental en julio de 2017. Después de poco más de tres años en funcionamiento, según ha explicado la consejera insular de Acción Social y presidenta del IASS, Marián Franquet, se ha consolidado y convertido en un recurso “imprescindible” para atender a personas que ya se encontraban sin hogar antes de su ingreso hospitalario y no pueden permanecer por más tiempo ingresados en los hospitales.

“Las personas sin hogar son uno de los colectivos más vulnerables y desprotegidos de la sociedad, y no solo porque suelen tener rotos sus lazos familiares y laborales, sino porque apenas hay ayudas sociales para que puedan recomponer de nuevo sus vidas. Por este motivo, contar con un recurso de este tipo es muy necesario, ya que, además de ayudar y acompañar a estas personas en su recuperación, una vez salen del hospital, el equipo profesional que los atiende busca alternativas de alojamiento al finalizar su estancia y favorece su contacto con la familia y las personas de su entorno más cercano”.

La presidenta del IASS ha explicado que, aunque la estancia máxima es de tres meses, debido a la situación derivada de la pandemia de COVID-19 se produjo una paralización de las altas y bajas durante un periodo más largo de lo usual,  situación que ya se ha normalizado, tal y como ha sucedido también con las actividades que se realizan en el exterior, que ya se han retomado tras quedar suspendidas durante el estado de alarma.

Usuarios y actividades

De la totalidad de personas atendidas desde la apertura del recurso, en 2017, el 78% (33) procede de la zona metropolitana, y el resto (7) de otros municipios de la isla de Tenerife. En lo que respecta a este año, de las 11 que han pasado por sus instalaciones desde enero a agosto, la mayoría son hombres de edades comprendidas entre los 50 y 65 años, también residentes en el área metropolitana.

Este piso de convalecencia, cuyo coste, financiado por el IASS, asciende a 287.000 € anuales, lo gestiona Cruz Roja Española, ONG que cuenta con una larga trayectoria y experiencia en la atención a personas en situación de sinhogarismo, tanto en Canarias como en el resto de España. El equipo de profesionales que prestan servicios en este recurso está compuesto por una trabajadora social que coordina el proyecto, un enfermero, un dinamizador y personal técnico de atención sociosanitaria.

Además del acompañamiento y apoyo sociosanitario durante la estancia en el centro, se desarrolla otro tipo de acciones para favorecer el bienestar y recuperación de los usuarios y usuarias, como actividades físicas variadas, talleres de expresión artística y de entrenamiento cognitivo, visitas a espacios culturales, juegos lúdicos y paseos de ocio terapéutico.

Fuente: IASS

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