Las familias de Lucas y de Alberto piden dignidad para las personas con discapacidad

La Asociación de Discapacidad, Enfermedades Raras e Integración Social se concentró este martes a las puertas del Cabildo, junto al colectivo la Obra Social el Sombrero del Pueblo y Salud y Sonrisas para exigir dignidad para las personas con discapacidad y en situación de dependencia.

La presidenta de Aderis, María del Carmen Hernández, denunció públicamente la “incompetencia” de los servicios que atienden a estos sectores de la población, especialmente el de personas con algún grado de dependencia: «Tras un año sin personal ni servicio para evaluar la dependencia, la Consejería de Servicios del Gobierno de Canarias envió hace un mes a un técnico para emitir estos informes y ya ha renunciado», destacó.

A la manifestación se sumó la familia del joven Lucas Vargas, que sigue a la espera, desde hace más de un año, del informe de dependencia (que debe realizar un técnico de la Consejería regional de Servicios Sociales), así como del de discapacidad, competencia asumida por el del Cabildo.

«Esto es una vergüenza porque este año 2020 ya esperábamos que Lucas tuviera una plaza en una residencia para poder recibir los cuidados y asistencia que necesita», manifestó la madre de Lucas, Ángela Martín.

Por su parte, el diputado majorero del PP en el Parlamento canario, Fernando Enseñat, que acudió a la protesta con varios compañeros del partido, recordó que «se ha silenciado durante mucho tiempo la falta de este servicio», añadiendo que «existen 11 casos similares paralizados en el Cabildo majorero». Por ello, reclama al consejero insular de Bienestar Social, Víctor Alonso, “que trabaje para ayudar y proteger a estas personas que se hallan en una situación tan vulnerable”. También exigió al responsable cabildicio que alerte al área responsable del Gobierno de Canarias «de la incompetencia» y «mala gestión que presenta el servicio en Fuerteventura y ponga una solución de forma inmediata».

Mercedes prepara su marcha

A la concentración se unieron también Mercedes Fernández y su hijo, Alberto, que están al borde del desahucio tras okupar hace varios meses una casa de un banco. «Ya hemos vaciado la casa y vamos a permanecer durante todo el día fuera del Cabildo para pedir que nos concedan las ayudas prometidas para poder viajar a Galicia, donde queremos iniciar una nueva vida», dijo Mercedes.

Esta madre insiste en que desde la Comunidad gallega varias personas se han solidarizado y se han comprometido a dejarles un techo «y un colegio para Alberto, junto a un empleo para poder trabajar allí».

La familia ya ha enviado las pocas pertenencias que les quedan a Galicia y está reuniendo dinero para poder comprar los billetes de avión. «Quiero evitar que llegue el día 31 de enero y nos veamos directamente en la calle, sin tener a donde ir», explicó Mercedes. Además, ha anunciado que permanecerá todos los días fuera de la institución hasta que le concedan la ayuda que necesita.

Fuente: Diario de Fuerteventura